Las lesiones comunes al correr son aquellas que identificamos con esta actividad deportiva. El running implica un cierto riesgo, relacionado con diferentes partes del cuerpo, que pueden sufrir lesiones por desgaste o por acciones puntuales, conocerlas es fundamental para evitar situaciones de peligro, que puedan poner en riesgo nuestra salud física.   

A continuación, analizamos cuáles son las lesiones comunes al correr, y las maneras en la que podemos prevenir su aparición eficazmente.

Síndrome fémoropatelar

Lo que conocemos clínicamente como síndrome fémoropatelar, es en realidad un dolor que aparece en la parte posterior de la rodilla, y que aparece con mucha frecuencia en personas que corren grandes distancias.

Las pruebas que constan de muchos kilómetros, por ejemplo las maratones, van a generar un movimiento repetitivo en la zona posterior de la rodilla, esto puede producir una sobrecarga que no finaliza tras terminar la prueba, sino que se mantiene. 

Calentar correctamente es importante, pero en ocasiones, el síndrome fémoropatelar aparece independientemente de otras circunstancias relacionadas con la prevención.  

Tendinopatía rotuliana

En términos generales, la mayoría de las lesiones comunes asociadas al running tienen que ver con las rodillas. La tendinopatía rotuliana también afecta a esta zona, y también aparece debido a la sobrecarga que genera recorrer muchos kilómetros.

La razón es que el tendón se inflama ligeramente, y por tanto se produce una tendinopatía que en la mayoría de los casos se soluciona con períodos de descanso, pero que puede mantenerse en base a otras circunstancias. En el peor de los casos, se puede producir una pequeña fibrosis, que afecte al propio tendón. 

Fascitis plantar

La fascitis plantar también es una lesión muy común que afecta a los runners. La fascitis se percibe como una inflamación en la parte inferior del pie, seguido de un pinchazo agudo que puede llegar hasta la zona del tendón de aquiles. El sobreentrenamiento o el uso de zapatillas en mal estado son las dos causas más habituales, relacionadas con la aparición de la fascitis plantar. 

Periostitis tibial

En este caso, el dolor se empieza a percibir en la parte anterior de la pierna, en la zona de la tibia. Suele generar un dolor más intenso cuando ascendemos una cuesta, debido a la presión que ejerce el terreno sobre la zona dañada. 

La causa real es la aparición de una inflamación en el tejido cercano a la tibia, que suele remitir al finalizar el ejercicio.